La dupla P. Castillo (poder ejecutivo) y V. Cerrón jefe del partido Perú Libre comunista asumen la posición de enfrentamiento al Congreso, por lo que han elaborado un plan para cerrar el congreso (poder legislativo) con el objetivo de modificar totalmente la constitución de 1993 y elaborar su propia constitución política reformista comunista. El congreso tiene a la gran mayoría de congresistas, que han asumido la posición de vacar al presidente Castillo, y también han elaborado un plan para impedir la realización de una asamblea constituyente que cambien la constitución política y que cierren el congreso. Se viene un escenario extremo de enfrentamiento entre los dos poderes: el ejecutivo cerrar el congreso e imponer una nueva constitución; y el legislativo vacar al presidente Castillo y mantener la constitución 1993 siga vigente sin cambios. Los dos son extremistas.

Lo peligroso es que, en esta confrontación de los dos poderes, se realiza en momentos en que se teme para setiembre la llegada de la tercera ola de la pandemia con la mutación del covid-19 delta y si un plan para reactivar la economía, cuando nos falta mucho para llegar a la comunidad de rebaño el contagio se va a expandir velozmente es super contagioso, ocasionando más enfermos y más muertes.

En el Perú vivimos una sociedad de alto riesgo que aumenta la incertidumbre, que nos llevará al caos, que nos puede devorar; si se llega al estallido social, porque estamos polarizados, y con los medios de comunicación que publican noticias falsas, usan las posverdades que engendran en la población miedo que los amenaza y produce odio para el enfrentamiento violento.

Es hora de practicar la democracia que es la prudencia para manejar el conflicto, que se necesita dialogar, escucha activa, empatía, llegar acuerdos consensuados y unirnos para caminar juntos cooperando con un solo objetivo disminuir las desigualdades y dar igualdad de oportunidades a los menos favorecidos, equidad en la distribución de la riqueza proporcionar bienestar para todos y podemos vivir en armonía. Demostremos nuestra madurez en el bicentenario honrando a los fundadores de la Republica que redactaron la primera Constitución política en 1823 en plena guerra por nuestra independencia, que se va a culminar en la batalla de Ayacucho 1824.