SOBRE EL ASCENSO DE CHINA

Hace 200 años Napoleón Bonaparte sentenció: «Dejad que China duerma, porque cuando despierte, el mundo temblará». Acertado pronóstico de Napoleón, China ya despertó, hoy es la segunda economía mayor del mundo, en lo comercial e industrial. Con un PBI DE 11 BILLONES DE DÓLARES, en el 2015 con paridad de poder adquisitivo, superando a EE. UU. Cuenta con las mayores reservas de dólares y es el segundo inversor en el exterior en la mayoría de los países de su entorno. Hace tres años fundó el Banco Asiático de Inversiones en infraestructura. China invirtió 120,000 millones de dólares en 6,326 en compañías de 174 países. Parte de su PIB lo invertirá en robótica e inteligencia artificial. Además, China es miembro del grupo de países llamado BRICS. 
 
Para comerciar con todo el mundo tiene una geoestrategia: es socio comercial, inversor y prestamista. Invertirá 150,000 millones de dólares en poderío militar. Invierte en infraestructura: África, Latino América y en el Caribe, Asia. Impone un modelo económico alternativo de globalización frente al liderazgo de occidente. Ha dejado el perfil bajo y su presidente Xi Jinping, que anuncia que el año 2035 será la primera potencia mundial en cuanto a fortaleza nacional, militar y tecnológica con influencia internacional. Y en el 2050 al conmemorar los 100 años de la revolución llegará a ser un país socialista, con gran influencia en el mundo para orientalizar a occidente con su poder geopolítico y geo moral. 
 
China será la potencia de Asia Pacífico con dominio del océano pacífico y el océano Índico. Y las nuevas rutas de la seda que va a construir para unir Asia con Europa (Eurasia), y la ruta marítima por el océano Índico. Tiene una base militar en Yibuti, en el llamado cuerno de África; otra en Paquistán y pronto en Afganistán. Otras rutas de la seda: son la de África desde el sur en paralelo a las costas del océano Índico y en Sudamérica desde Santos Brasil hasta Perú Bayovar. Más la posibilidad de construir un canal por Nicaragua para facilitar el tráfico naviero. Todo ello se resume que el poder hegemónico del atlántico 300 años de la occidentalización liderado por EE. UU. Trump, lo ha abandonado, en ese vacío China lo toma. El nuevo escenario mundial está en el Pacífico. La orientalización de China es inminente sobre el mundo occidental.
 
El objetivo del «sueno chino» es restaurar su posición natural en el centro del mundo con un nuevo confucionismo, ( Confucio hace 2500 años, su filosofía es moral y política) doctrinas morales influenciando áreas de la educación y del gobierno. El deber individual ante la sociedad que valore el orden sobre la libertad, la ética sobre la ley y el gobierno sobre la democracia y los derechos humanos.
Todo tiene su ocaso y solo la noche termina con la salida del sol».