ENFOQUE DE MOTIVACIÓN: LA SATISFACCIÓN POR EL ALTO DESEMPEÑO
En mis intervenciones en las empresas en calidad de consultor en Desarrollo Organizacional y Potencial Humano, he escuchado con frecuencia de parte de los directivos quejarse del comportamiento de sus trabajadores por su baja motivación, que se evidencia en su desgano, su deficiente rendimiento, falta iniciativa, no se ponen la camiseta; y si se la ponen, no la sudan; tampoco entregan su máximo esfuerzo para realizar un trabajo productivo, y por lo tanto: los resultados deseados no se alcanzan.
Cuando decimos, baja motivación, nos estamos refiriendo a desempeño deficiente del trabajador, que afecta de manera negativa el logro de los objetivos establecidos.
En el modelo tradicional de motivación, se enfoca de esta manera: que cuando estamos muy satisfechos nos motivamos a desempeñarnos eficientemente (MSD). Conforme a investigaciones realizadas no es siempre cierto que la gente satisfecha tiene alto desempeño.
En el nuevo modelo: es el desempeño el que debe proveer la satisfacción intrínseca (autoestima, necesidad de logro) (MDS), como efecto automotivador de las personas con madurez laboral, que tienen APTITUD (habilidades, conocimientos, experiencias, capacidad) y ACTITUD (le gusta el contenido de su trabajo, motivado por interés, compromiso por los resultados y pasión).
Por lo tanto: Si estamos motivados por el alto desempeño para lograr los resultados finales y ello nos debe producir satisfacción; el reforzamiento debe ser con reconocimiento y recompensas, como medio de retroalimentación a la MOTIVACIÓN POR DESEMPEÑO.