LIDERES JOVENES PARA EL FUTURO

«Si espero perderé la audacia de los jóvenes.» Alejandro Magno.»
 
«Cuando somos jóvenes, nos inventamos futuros distintos para nosotros mismos; cuando somos viejos inventamos pasados distintos para los demás.» Julian Barnes.
 
Para el 2025 la población de jóvenes a nivel mundial se calcula que serán aproximadamente 1,222 mil millones de jóvenes entre los 15 y 24 años que representa el 15.4 % de la población mundial. Todos los nacidos entre 1995 y el 2010 se les ha llamado la generación Z, desde niños comenzaron a usar una table y un smartphone, conectados a internet, a youtube, instagran. Esta generación Z, son los que van a sustituir a la generación Y los millennials, que nacieron entre 1982 y 1,994, llamados nativos digitales, porque viven en el mundo digital, son ambiciosos para alcanzar metas. 
En cambio, la generación Z, son leales, comprensivos, reflexivos, mente abierta, aventureros. Están familiarizados con la plataforma, diapositivas, textos digitales, buscan trabajos con flexibilidad de horarios y desde su casa y están muy bien preparados. Tenemos en las organizaciones un gran número de jóvenes entre los 17 y 27 años, que es necesario proporcionarles la formación de ser líderes del diálogo, de la práctica política, de la innovación, del cambio social y el cambio medioambiental, de la inteligencia artificial: porque son los jóvenes los que tendrán que cambiar las cosas, por la ley de la dialéctica. Dice Tara Church, graduada en Políticas e Historia en la Universidad de California del Sur, y graduada en la Escuela de Derecho de Harvard: «El futuro de la sociedad depende de que haya jóvenes sanos y productivos para ser unos líderes competentes y honestos.»
Los actuales líderes de la generación Y, los que quedan de la generación X deben capacitar, formar y desarrollar un nuevo estilo de liderazgo para enfrentar los desafíos del siglo XXI de un cambio super acelerado, con mayores riesgos e incertidumbres. ¿Cómo será el mundo en el 2050?
La generación Z necesita de líderes que crean en ellos y se adapten a sus características, que depositen  confianza y capacidad para inspirar, reforzar, y apoyar a los jóvenes, hacerlos líderes con independencia, sin paternalismo, facilitar su aprendizaje, que participen, que los orienten, que estén cerca de ellos, proporcionando aliento y reconocimiento, que trabajen en equipo, dejarlos que vayan adelante, que aprendan de sus errores  y de sus fracasos, que sean tenaces, creativos, innovadores hasta lograr los objetivos de la organización  y sentirse victoriosos como capital humano. La exigencia actual de la gestión humana: es asumir el rol de ser líder de líderes. Tenemos que admitir que los líderes del futuro próximo serán los jóvenes, que, con su preparación, su energía, sus valores y su entusiasmo, dirigirán con mayor acierto los destinos de las organizaciones y del mundo.