Que debemos tomar conciencia de toda acción se hace en el tiempo, que debemos manejarlo con inteligencia, para no desperdiciarlo porque nos lleva a la inacción. El buen manejo del tiempo es necesario para lograr nuestro propósito o intención. Necesitamos tiempo para pensar en el camino que debo construir, estableciendo el objetivo de manera realista que sea desafiante, pero posible de alcanzarlo, con esfuerzo, voluntad y coraje. La planificación, que es el cómo voy a ejecutar las acciones que nos conduce al logro del objetivo, deben estar programados los tiempos de inicio y de finalización.
El ser humano está obligado a darle un sentido a su existencia, es decir una trascendencia, porque tiene que dejar un legado a la sociedad en que vive, es una demanda moral que debemos cumplir.
La acción de dar y ser solidario nos proporciona felicidad. Como también las buenas relaciones humanas con empatía.
Por gratitud entendemos corresponder de alguna manera por el beneficio o favor que nos han hecho, lo que la vida nos ha dado, los conocimientos y experiencias adquiridas, para dejar un mundo mejor que el que encontramos.
Solo cuando vivimos en el presente sentimos felicidad. Sin embargo, las personas tienden a recodar su pasado que pudo ser mejor o peor, se auto inculpan diciendo: si yo hubiera…esos hubieras seguro de no hacer nada, de fracasos, sentimos angustia, nostalgia. El tiempo pasado es historia. También el tiempo futuro que está por venir, atemoriza a las personas por la incertidumbre; sí decimos: y si no lo logro, si me enfermo…hay muchos Y SI. que nos paraliza, que produce ansiedad, miedo. Sin darnos cuenta de que el único tiempo para ser aprovechado es el tiempo real: el presente, exige nuestra presencia para realizar acciones de nuestro propósito.