Hay un consenso mundial que después del coronavirus sea vencido, ya no seremos los mismos como antes. El COVID-19 HA DESNUDADO QUE TENEMOS GRANDES MALES EN LA INFRAESTRUTURA DE LA SALUD, LA EDUCACIÓN Y QUE EL MODELO GLOBALIZACIÓN DEL CAPITALISMO NEOLIBERAL CREADOR DE GRANDES DESIGULADADES, SU MODELO no dio respuesta rápida para evitar la pandemia por su característica centrada en ser economicista y financiera, y dejar de lado la parte social, ocasionando una gran crisis en la salud y en la economía.
Los países invadidos del coronavirus por el contagio personal tuvieron que recurrir a la cuarentena (confinamiento) con deficiente resultado en el control: morir de la infección o morir de hambre, es decir: la salud o la economía. Gran dilema que irremediablemente afectará a toda la humanidad en al año 2020 y 2021.
Para no ser los mismos, tenemos que cambiar. “TODO LO QUE SE HACE POR AMOR SE HACE MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL” Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filósofo alemán.
El cambio de comportamiento individual se obtiene sobre cuatro pilares para ser irreversible: Comportamiento ético. Elegir el bien Amor, la bondad de dar lo mejor de nosotros mismos. Solidaridad, en poder ayudar a otros. Voluntad de poder cambiar con valores. Estos cuatro pilares de fortalecimiento de nuestro comportamiento tienen el objeto de alcanzar una energía de grandeza, que pueda modelar el hombre del futuro por medio de la disciplina y del poder de una voluntad indestructible, que nos perfecciona como ser humano para ser más humano, con calidad personal, que se integra en la sociedad en la tarea del bien común, para lo cual comprometemos nuestras fuerzas internas que son estructurales: ética, valores y el amor puro. Entonces, estaremos más aptos para enfrentar las adversidades de manera inteligente, y será prueba irrefutable que si habremos cambiado para inaugurar un mundo mejor de bienestar para todos.