EL VALOR DEL CAMBIO SIGLO XXI

Vivimos esperanzado a que pronto termine la cuarentena provocada por el CORONAVIRUS a nivel mundial. Obligados por el Estado Leviatán (Hobbes), que impone la ley para protegernos de contraer la enfermedad neumónica que no nos lleva a la muerte. Que tanto le tememos. El CORONAVIRUS submicroscópico se adquiere por contagio de la persona infectada que a su vez contagia a la otra persona, y así sucesivamente; se convierte en una pandemia. Por eso nos obligan a quedarnos en casa, como método preventivo para no contagiarnos. Sometidos al aislamiento social que en la práctica es una reclusión domiciliaria. ¿Para qué sirven los largos días en quedarnos en casa? Hemos tenido tiempo para pensar, reflexionar para preguntarnos para qué sirve la vida, cuál es su significado, cuando termine la cuarentena seremos los mismos o podríamos haber cambiado, el mundo también tendrá que cambiar. Después de una crisis es inevitable el cambio. Los intelectuales, los economistas, los historiadores, sociólogos, los filósofos, los científicos, que se dedican a pensar permanentemente, que se toman su tiempo para analizar, con gran honestidad, observan y cuestionan todos los sucesos que acontecen en la economía, en la política, en el desarrollo social y en especial a la gran superpotencia América Primero, que les impone a la gran mayoría de los países que los subordinan a alinearse con el sistema capitalista y su modelo neoliberal: de economía de mercado y de globalización del capitalismo salvaje de explotación del hombre (aumento del hambre y la pobreza) de la naturaleza (cambio climático y contaminación del medio ambiente). Nos va a llevar al peligro mayor que es la extinción de la humanidad; porque nos faltará el agua y los alimentos. La intelectualidad honesta internacional de las universidades más prestigiosas coincide todos que el neoliberalismo es un cadáver insepulto; por lo tanto, es el momento del cambio. Se tendrá que crear un nuevo modelo económico y social más humanista. Cambiar es progresar. Tenemos que dejarles a los niños y a los adolescentes como nuestros herederos del planeta Tierra un mundo mejor que respete al hombre y a la naturaleza, de bienestar que incluya a toda la humanidad a vivir en armonía, solidaridad como comunidad de cooperación universal. Si. Ese es el cambio que anhelamos dejarles. Les presento al primer filósofo del cambio. En la época de la griega clásica nació Heráclito de Éfeso En el año 535 a.c. y murió en al año 470 a.c. el primer filósofo en pensó que todo cambia. Dijo: » Nada es permanente a excepción del cambio». «Todo fluye nada es permanente.» Es decir, es la dialéctica material e histórica. Eliminado el CORONAVIRUS y elaborada la vacuna desaparece esta crisis de la sanidad. Otra frase de Heráclito: «La salud humana es un reflejo de la tierra.» Pensemos qué cambios se deben hacer. Como queremos el mundo nuevo. El primer cambio comienza con nosotros, conocerse a sí mismo. Conocer que la ética, y el amor puro es parte estructural del ser humano y que el conocimiento integral es llegar a la verdad. La práctica es la base para conseguir un mundo bueno y mejor.